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9 Trucos definitivos para incorporar el ejercicio a tu rutina saludable

No se trata de que te “machaques” en el gimnasio. La solución para no desesperar radica en marcarte pautas realistas que te permitan introducir rutinas en tu día a día.

Esther Duro

Hazlo progresivamente

Según la Organización Mundial de la Salud, un cuarto de la población mundial adulta tiene una vida sedentaria y no alcanza los niveles recomendados de actividad física, lo que conlleva un aumento en el riesgo de sufrir, entre otras, enfermedades cardiovasculares, diabetes o demencia. Para combatirlo, basta con realizar actividad física moderada. Se recomienda incorporarla a la rutina e ir ampliando el tiempo de forma paulatina.

Compañía

Si te has propuesto ir al gimnasio o salir a correr, hacerlo solo, aunque te permita ir a tu ritmo, puede resultar aburrido. Busca compañía: te ayudará a motivarte, comprometerte y cumplir con la rutina.

Motívate.

”Hacer ejercicio” implica muchas cosas al mismo tiempo, con la ventaja de que puede adaptarse a tus preferencias. ¿Te gusta jugar al fútbol, bailar, nadar...? Elige lo que más te motive, siempre adaptado a tu edad y condición física. Con motivación todo resulta más sencillo.

Pasea

Pasamos muchas horas en la misma postura, lo que causa el entumecimiento de los músculos y puede desencadenar en lesiones si no mantenemos una buena postura. Para evitarlo, procura dar paseos cortos a intervalos regulares. Caminar es una de las mejores formas de ejercicio: mejora el sistema cardiovascular, la oxigenación de las células y el funcionamiento general de nuestro cuerpo.

Elige “tu” momento

Establece un momento del día para realizar tu rutina y haz de él una cita impostergable. ¿A primera hora de la mañana, antes de ir al trabajo?, ¿Al acabar el día, para liberar estrés? Tú eliges.

Sé realista

No hace falta que entrenes una hora al día. Lo importante es cumplir con el tiempo que te hayas establecido e ir aumentándolo de forma paulatina.

Evita el ascensor

Sustituir el ascensor por las escaleras aumenta la resistencia aeróbica y la movilidad del tren inferior (se trabaja, sobre todo, cuádriceps y glúteos). Empieza por tres o cuatro tramos de escaleras y ve aumentando la distancia.

Abdominales siempre que puedas

Mientras caminas, o vas en coche o en transporte público, acostúmbrate a contraer el abdomen: ejercitarás los músculos claves en la estabilidad del cuerpo, evitando lesiones, además de quemar calorías y grasa localizada en la zona abdominal.

Haz sentadillas

Para quienes trabajan sentados, tomar conciencia y levantarse diez veces cada hora es una forma de entrenar piernas, glúteos y abdomen. Sentarte y levantarte de la silla equivale a uno de los ejercicios más básicos de cualquier entrenamiento: las sentadillas.